Hoy os enseño un álbum que me encanta por su temática tan diferente y su gran originalidad, por este motivo os hago la siguiente pregunta:
¿Alguien sabe qué ocurre con las palabras que olvidamos?
AUTORA: Mia Cassany Biosca.
ILUSTRADORA: Esther Gili.
EDITORIAL: Mosquito Books (2016).
FORMATO: Tapa dura, 32 páginas.
¿Recordáis esa sensación de tener una palabra en la punta de la lengua y que no nos venga a la cabeza?
En este álbum conoceremos la historia de un pueblo la mar de charlatán, en el que sus habitantes de tanto contar sus aventuras, olvidaban las palabras o no les salían, de forma que sus historias quedaban incompletas.
Pero Vilma descubrirá un enorme secreto gracias a la ayuda de las sirenas, que acabará con los problemas de los habitantes del pueblo. ¿Queréis conocer su aventura?
Para ninguno de los habitantes tan habladores y despistados de esta maravillosa ciudad, era agradable que las palabras no les saliesen. Si no, mirad que mal lo pasa el pobre panadero al no recordar la palabra PASTEL.
La trama es muy sencilla pero la historia es súper divertida, que trate sobre un hecho tan cotidiano al que, en ocasiones le restamos importancia, lo hace muy especial.
Además, el personaje de Vilma me encanta, es una chica natural, con carácter, atrevida, valiente y muy perspicaz.
Por no hablar de la incorporación de las sirenas, seres mitológicos que nos fascinan y que, además, no son tan malvadas como solemos pensar.
En este caso, tienen una misión muy muy importante, registrar y almacenar todas las palabras olvidadas por los habitantes de este pueblo costero.
¿Os imagináis lo magnífico que sería encontrar una biblioteca submarina? Llena de diversos botes, que contienen palabras olvidadas, para poder recuperarlas, ampliando nuestro vocabulario y enriqueciendo nuestro lenguaje.
Esta historia viene acompañada de las preciosas ilustraciones de Esther Gili, por lo que si la conocéis, poco puedo deciros y si no la conocéis, ya estáis tardando en bichear su trabajo.
El paisaje marítimo está representado a la perfección y las ilustraciones juegan con tonos rosas y azules verdosos. Sin duda, acompañan a la historia y hacen que nos sumerjamos mucho más en este increíble mundo.
Guardaremos en una pequeña botella de cristal esas palabras que no les salgan y que tengan en la puntita de la lengua nuestros soletes.
El momento en el que decidáis abrir la botella y leer juntos las palabras depende de vosotros, una vez a la semana, cuando la botella se llene...Igualmente, dejadla a la vista de los soletes y decoradla para incentivar su curiosidad y que intenten recordar o imaginar que palabras pudieran estar escondidas.
Si no recordamos que significaban estas palabras al momento de abrirlas, buscarlas juntos en el diccionario es una muy buena opción.
Como siempre, os dejo su enlace para que podáis echarle un ojo ;)
¿Recordáis esa sensación de tener una palabra en la punta de la lengua y que no nos venga a la cabeza?
En este álbum conoceremos la historia de un pueblo la mar de charlatán, en el que sus habitantes de tanto contar sus aventuras, olvidaban las palabras o no les salían, de forma que sus historias quedaban incompletas.
Pero Vilma descubrirá un enorme secreto gracias a la ayuda de las sirenas, que acabará con los problemas de los habitantes del pueblo. ¿Queréis conocer su aventura?
Para ninguno de los habitantes tan habladores y despistados de esta maravillosa ciudad, era agradable que las palabras no les saliesen. Si no, mirad que mal lo pasa el pobre panadero al no recordar la palabra PASTEL.
La trama es muy sencilla pero la historia es súper divertida, que trate sobre un hecho tan cotidiano al que, en ocasiones le restamos importancia, lo hace muy especial.
Además, el personaje de Vilma me encanta, es una chica natural, con carácter, atrevida, valiente y muy perspicaz.
Por no hablar de la incorporación de las sirenas, seres mitológicos que nos fascinan y que, además, no son tan malvadas como solemos pensar.
En este caso, tienen una misión muy muy importante, registrar y almacenar todas las palabras olvidadas por los habitantes de este pueblo costero.
¿Os imagináis lo magnífico que sería encontrar una biblioteca submarina? Llena de diversos botes, que contienen palabras olvidadas, para poder recuperarlas, ampliando nuestro vocabulario y enriqueciendo nuestro lenguaje.
Esta historia viene acompañada de las preciosas ilustraciones de Esther Gili, por lo que si la conocéis, poco puedo deciros y si no la conocéis, ya estáis tardando en bichear su trabajo.
El paisaje marítimo está representado a la perfección y las ilustraciones juegan con tonos rosas y azules verdosos. Sin duda, acompañan a la historia y hacen que nos sumerjamos mucho más en este increíble mundo.
ACTIVIDAD
A todos se nos olvidan muchas palabras en alguna que otra ocasión, así que vamos a hacer como las sirenas de este increíble cuento:Guardaremos en una pequeña botella de cristal esas palabras que no les salgan y que tengan en la puntita de la lengua nuestros soletes.
El momento en el que decidáis abrir la botella y leer juntos las palabras depende de vosotros, una vez a la semana, cuando la botella se llene...Igualmente, dejadla a la vista de los soletes y decoradla para incentivar su curiosidad y que intenten recordar o imaginar que palabras pudieran estar escondidas.
Si no recordamos que significaban estas palabras al momento de abrirlas, buscarlas juntos en el diccionario es una muy buena opción.
Como siempre, os dejo su enlace para que podáis echarle un ojo ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario