Hoy os enseño uno de mis grandes descubrimientos de TIGER.
Llevaba tiempo detrás de un juego como este y encontré varias marcas que lo tenían, pero desconocía que Tiger tuviera uno similar, y al ver sus colores y el precio, no lo dudé.
CUP COMPETITION está formado por:
- 30 cubiletes de 6 colores (rojo, naranja, rosa, vede y azul turquesa).
- 31 cartas
- 1 timbre
El juego es bastante simple, cada uno de los jugadores cogerá 5 vasos (uno de cada color).
Colocaremos las cartas apiladas boca abajo. Giraremos por turnos la primera carta dejándola boca arriba.
A continuación, todos los jugadores tendrán que colocar los cubos en el mismo orden que aparece en la carta. Cuando un jugador crea que ha copiado la secuencia correctamente, deberá tocar el timbre para ganar la ronda y llevarse la carta.
Repetiremos el proceso hasta acabar con la pila de cartas, al final el jugador que haya conseguido el mayor número de cartas, ganará la partida.
Los cubiletes podrán apilarse, alinearse o distribuirse por el espacio de la manera en la que indique la carta, pero los colores deben aparecer siempre en el mismo orden que el de la carta.
La edad recomendada para jugar es a partir de 6 años, debido a la dificultad de abstracción que tiene para los soletes más pequeños y pueden jugar de 2 a 4 jugadores.
Este recurso puede utilizarse para trabajar aspectos diversos del desarrollo cognitivo o en dificultades de aprendizaje como la dislexia:
- Atención: debemos mirar con especial atención las tarjetas, para no equivocarnos con la posición y el color del cubilete. Algunas cartas son más complejas, ya que solo 1 o 2 cubos deben colocarse de manera contraria al resto.
- Razonamiento y discriminación visual: debemos diferencia entre los colores y además, entre la secuencia de los mismos. Si lo hacemos muy rápido, corremos el riesgo de equivocarnos.
- Coordinación óculo-manual: montar o desmontar la composición que nos toque construir requiere su técnica, hay que acertar bien a quitar de la pila o mover cubos para escoger el correcto.
- Tolerancia a la frustración: en muchas ocasiones, otro jugador tocará el timbre antes que nosotros, cuando estábamos muy cerca de conseguirlo, y fastidia un poco, pero entre risas y si pasamos un buen rato, aprenderemos a gestionar la frustración.
Otro de sus aspectos positivos es que siempre podremos crear nuevas tarjetas de juego, usando nuestra creatividad e imaginación, las posibilidades son infinitas.
Es un juego fantástico para disfrutar en familia, el timbre nos encanta a todos y las risas están más que aseguradas.
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